¿Como has abordado el trabajo aquí en el Festival de luz Lumiere Durham 2023?
Desde el principio Artichoke me propuso hacer algo que abarcara todo el espacio del Palace Green, no centrado únicamente en la catedral. El concepto ha sido intervenir proyectando luz tanto en la catedral de Durham como en las casas a ambos lados de la plaza, que son extraordinariamente bellas. Estas casas me inspiraron la idea del tiempo en que aún este construían madera, algo habitual en el mundo medieval, lo que generaba un movimiento, un dinamismo en aquellas paredes que siempre me ha parecido algo mágico. Para mi se trataba de transformar el lugar sin agredirlo, creando un ambiente dinámico y metafísico en toda la plaza, una sensación de apertura sensorial.
En cualquier caso la catedral de Durham adquiere un protagonismo natural en la plaza, es una de las mas relevantes de Inglaterra y patrimonio de la humanidad ¿como ha sido tu forma de trabajar con ella?
Habitualmente trabajo sobre la naturaleza y los árboles, entre otras cosas porque son elementos vivos así que desde el principio me hice la pregunta de cual es la “vida” de la catedral. Con ello quiero referirme por un lado a aquello que empapa su piedra como la lluvia, la energía depositada en ella por miles de personas a lo largo del tiempo que han proyectado sus emociones y sentimientos transcendentes en este lugar, que han mirado con devoción y admiración sus paredes y la han habitado espiritualmente. Todo eso permanece allí de algún modo. Por otro lado llamo vida también a una energía, un orden que se desprende de sus formas, de los conceptos arquitectónicos con los que fue construida, que traducen visualmente formas esenciales de la naturaleza. Si imaginamos un remanso de un río, la catedral es para mi como un remanso en el flujo de formas del universo, que han sido materializadas en ella.
¿Que efecto esperas producir en el espectador de Lumiere Durham 2023?
En nuestra forma de mirar actual es difícil imaginar como se veía una Durham Catedral Light Festiva catedral como la de Durham recién construida. A partir del siglo XX el mundo se ha llenado de edificios monumentales y por otro lado actualmente vivimos en un mundo de imágenes en el que ya nada nos sorprende.
Pero para alguien de 1300 o de 1500 que venía quizá de un pueblo y veía esta catedral el efecto era totalmente transcendente y asombroso, tenía matices que la hacían sobrenatural y seguramente resultaba de una belleza ilimitada.
Me gustaría recuperar ese efecto de asombro y calma a la vez, esa sensación metafísica y de apertura de la percepción. Por eso mi proyecto genera una sensación de apertura a otros planos, algo dimensional que se abre pero con un lenguaje visual afín a las formas de la catedral. He querido crear algo, usando la tecnología actual, que puede verse en alguna medida como antiguo o clásico. Por otro lado mi trabajo tiene un sentido del tiempo lento, acorde con la sensación del amplitud temporal presente en la plaza.
¿Como valoras tu experiencia en LUMIERE, el festival de luz de Durham producido por Artichoke?
Me siento orgulloso de tomar parte en un Festival de Luz que ha llegado a un gran nivel artístico tan alto, con artistas como Rafael Lozano-Hemmer, Daniel Canogar o Ai Wei Wei. Creo que este es el camino de los Festivales de Luz, que tradicionalmente han tenido piezas de buen nivel artístico junto a otras mas relacionadas con el ocio y el espectáculo. Todas las piezas de LUMIERE tienen una gran integración en las características de Durham. Creo que Artichoke conoce muy bien la ciudad, tienen una larga experiencia con el Festival y han sido capaces de producir algo realmente excepcional y único.